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“El círculo está completo. Cuando te dejé, yo erá el alumno. Ahora, soy el maestro”. - Darth Vader.

Intentando evitar ser una maestra del mal; en los últimos meses tuve la oportunidad de ser mentora de dos mujeres increíbles.

El viaje comenzó con mi participación en un programa de capacitación en mi actual trabajo; la empresa invitó a personas con experiencia Senior para ser mentores de los niveles Junior y Mid. Creé un perfil siguiendo las recomendaciones del equipo en la empresa. La verdad es que al principio tenia algunas limitaciones, como por ejemplo:

  • “No sé qué compartir.”
  • “No estoy segura de que mi experiencia sea útil para alguien.”
  • “Tal vez, no tengo el perfil de una mentora.”
  • “¿Qué puedo enseñar que no sepan ya?”

Afortunadamente, se me asignó una excelente Ingeniera de QA. Ella me ayudó a romper esos límites porque desde el principio creamos un sólido vínculo mentor-mentee. Compartir con ella sesiones de mentoría, escuchar sus situaciones, tratar de darle recomendaciones o hablar de mi experiencia fue una oportunidad que disfruté muchísimo.

Casi al mismo tiempo, una persona de la comunidad tecnológica de mujeres en la que participo me contactó y me pidió que fuera mentora de otra mujer con un perfil diferente, esta vez más similar al mío (Ingeniera Backend), y nuevamente me llegaron mis limitaciones a la mente “Oh… no sé si podré hacerlo.”

Pero gracias a Dios acepté y una vez más, construimos un vínculo sólido mentor-mentee y fue una oportunidad muy buena para mí.

Ahi estaba yo apoyando y compartiendo experiencias con dos ingenieras increíbles. Al día de hoy, no me arrepiento de nada; por el contrario, mis dos nuevas amigas me dieron retroalimentación muy positiva sobre mi desempeño como mentora. Además durante este tiempo, una de ellas decidió aceptar una nuevo trabajo y estuve ahi disfrutando del proceso con ella.

Hercules 1

Hercules 2

(Fuente de las imágenes: Hercules 1997 Disney película)

Mis primeras mentees son mujeres, y estoy orgullosa de eso, pues hoy día sigo trabajando en equipos de ingeniería donde hay un 10% de presencia femenina. Sin embargo, no limito el compartir mis conocimientos por género; constantemente trato de hacerlo en charlas, artículos o simplemente ofreciendo mi ayuda en el trabajo. Creo que el primer paso para aportar a la comunidad es definitivamente “comenzar”; no permitas que tus inseguridades te impidan compartir tu conocimiento. Siempre tendremos algo que enseñar.

Mis aprendizajes

Aquí una lista de cosas que aprendí de esta experiencia:

  1. Todos tenemos inseguridades; ayuda a la persona que estés mentoreando a identificar y manejar las suyas.
  2. Cuando nos comparten algo, debemos escuchar activamente, esto implica pedir detalles y así construir un espacio seguro.
  3. Ayuda a la persona que estas mentoreando a ser consciente de sus capacidades; que sea capaz de reconocer y comparar su avance.
  4. Por lo general, las personas no necesitan conocimientos; ya los tienen o saben dónde conseguirlos. Lo que necesitan es inspiración.
  5. Ser abierto y compartir momentos vulnerables de nuestra vida puede ayudar a otros a identificar y atravesar sus momentos difíciles más rápido.
  6. La visibilidad puede impulsar una carrera muy rápidamente. Apoya a la persona que estas mentoreando a ser visible en lo que hace en su equipo o trabajo.
  7. Una charla informal puede ser más valiosa que una formal. Sin embargo, no pierdas de vista que en las mentorías profesionales, la relación que establecemos, debe mantenerse profesional, los ingenieros no somos psicólogos. Si lo consideras oportuno, puedes redirigirlos con un especialista.
  8. Compartir tu experiencia en procesos de entrevista es importante; lo que hayas atravesado puede acelerar el proceso de alguien más.
  9. Es muy importante brindar y solicitar retroalimentación constantemente. Todos estamos en continuo crecimiento como profesionales, intercambia información sobre tus y sus áreas de oportunidad.
  10. Comparte tus fuentes de conocimiento, libros, publicaciones, podcasts, etc., cualquiera que pueda ser útil, pero recuerda que no debes compartirlo como tarea a completar; si la persona que estas mentoreando tienen la oportunidad, puede usar esos recursos.
  11. Hemos sido testigos de cómo en el área de tecnología las oportunidades se multiplican cuando somos capaces de dominar otro idioma, usualmente es el inglés el que nos abre esas puertas. Si tu ya te eres capaz de manejar este idioma y la persona que estas mentoreando no, o aún tiene sus dudas, hacer las sesiones de mentoría en inglés puede ser muy útil.

Podría enumerar más cosas aquí. Pero preferí limitarlo a estos puntos porque, al final, somos personas diferentes, y no hay una receta mágica para ser un buen mentor. Solo puedo decirte que si quieres intentarlo, hazlo y hazlo teniendo en mente que estamos en crecimiento constante como profesionales.

¿Cuál fue mi crecimiento profesional durante esta experiencia?

Identificó lo siguiente.

  • Aumento en mi confianza.
  • Oportunidad de repasar conocimientos.
  • Práctica en proceso de entrevista.
  • Mejoras en mi comunicación.
  • Aprendí de otras áreas.
  • Aumenté mis contactos en el área.
  • Experimenté sentimientos agradables (diversión, felicidad, me sentí orgullosa de ellas)
  • Aumento en mi disciplina.

Por último, pero no menos importante. Quiero agradecer a las personas de las que fui mentora, por todo lo que me enseñaron durante este tiempo; hoy, gracias a ustedes, soy mejor Ingeniera Senior que ayer.

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